La Secretaría de Energía ha desregulado el mercado del gas envasado, lo que implica no sólo que las empresas tendrán menos regulaciones para operar, sino que se liberaron los precios y que el gobierno ya no pondrá ni siquiera valores de referencia para la comercialización de las garrafas.
El GLP (gas licuado de petróleo) es un insumo crucial para una enorme cantidad de personas, tanto para calefaccionar como para cocinar. Aunque la red de gas natural es extensa en el país, muchas personas no están unidas por diversas dificultades de acceso, sobre todo los sectores más pobres y muchas localidades y provincias del interior el país. De acuerdo con el Censo Nacional 2022, el 46,3% de la población utiliza garrafas o cilindros de GLP como fuente principal de energía para cocinar y calefaccionarse.
La medida tomada por Eduardo Rodríguez Chirillo implica que ya no habrá "precios máximos de referencia" para las etapas de fraccionamiento, distribución y venta al público de garrafas por lo que los costos podrán ponerse automáticamente a precios si es que aumentan.
Según plantean desde el Gobierno la intención es "estimular la inversión" y "aumentar la competencia".